Una de las consultas más frecuentes en Otorrinolaringología es la hipoacusia o pérdida auditiva. Conceptualmente existen tres tipos de hipoacusias: de transmisión, neurosensorial o mixta; cada una de ellas con un pronóstico y tratamiento diferente según la causa que la desencadene.

Por tanto, el origen de la pérdida auditiva puede ser muy variado, desde un simple tapón de cerumen, hasta causas más complicadas que requieran un tratamiento médico, quirúrgico o audioprotésico.

Es fundamental consultar a su otorrinolaringólogo cuando padece una pérdida auditiva ya que, en ocasiones, un tratamiento precoz puede evitar que el deterioro se perpetúe en el tiempo y se dificulte su recuperación.

Las perforaciones de la membrana timpánica comprometen en gran medida la calidad de vida del paciente. Pueden estar producidas por traumatismos físicos directos, ondas de sonido intensas, cambios bruscos de presión en un oído predispuesto (como al realizar un descenso de buceo con la técnica incorrecta) o incluso por enfermedades inflamatorias crónicas del oído.

La salida de líquido (otorrea) de forma recurrente puede ser, además, un signo de perforación timpánica crónica y de una posible enfermedad del oído medio que es necesario vigilar. 

Siempre recomendamos no hacer uso de consejos, remedios populares o recomendaciones encontradas en internet, dado que no sólo puede no mejorar el cuadro sino empeorarlo. Confía tu problema de salud a tu otorrinolaringólogo de confianza.

La otitis o inflamación del oído es una situación aguda o crónica en la que se afecta alguna de las estructuras del oído. Pueden cursar con dolor, supuración, fiebre, pérdida de audición, trastornos del equilibrio e incluso con complicaciones potencialmente graves. 

Aunque algunos tipos de otitis son más frecuentes durante la infancia, pueden presentarse a cualquier edad. 

El vértigo, mareo, e inestabilidad son un problema muy habitual en la población que en ocasiones se acompañan de otros síntomas auditivos.

En la consulta se diagnostican y tratan muchos de estos cuadros para mejorar la calidad de vida del paciente. Además, con una exploración otorrinolaringológica para el vértigo se pueden detectar otras afecciones asociadas y derivar en caso de que sea necesario al paciente al especialista en cuestión (neurología, traumatología, etc).

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